ARQUITECTURA

LOS PINGOS Y SU IMPONENTE DISEÑO DE LA MANO DE EZEQUIEL GIL

Los Pingos emerge en medio del encanto verde de Surubi’i, con un diseño arquitectónico y paisajístico excepcional a cargo de Ezequiel Gil, un experimentado arquitecto de talla internacional. El exclusivo barrio está integrado por más de 200 lotes para residencias y townhouses.


Publicidad


Publicidad

Con más de dos décadas de trayectoria en el rubro, y al frente de Pacífica Arquitectura, su propio estudio, Ezequiel Gil se mantiene actualizado respecto a las últimas tendencias y tecnologías. Este enfoque se refleja claramente en Los Pingos, un proyecto que expresa el anhelo de vivir rodeado de naturaleza, en un entorno seguro y con todas las comodidades de la vida urbana.

El barrio cuenta con lagunas naturales y cada lote tiene acceso a ellas a través de un muelle propio. Además, ofrece varios espacios para uso recreativo, como áreas deportivas, sectores comerciales, gimnasio, piscinas, zonas de juegos infantiles y sector parrillero. Asimismo, a orillas del riacho San Francisco dispone de un Club House con playas para actividades como pesca, esquí, wakeboard y natación, así como deportes acuáticos sin motor como remo, kayak, paddle surf y windsurf.

Para el arquitecto, el diseño Los Pingos representa una visión innovadora en el mercado de los inmuebles, la cual se destaca por su enfoque en la elegancia y la atemporalidad de un concepto estético basado en la reinterpretación de la arquitectura nórdica y el farmhouse inglés.

Al concebirse como un proyecto residencial, los trabajos fueron adaptados minuciosamente a las características específicas del terreno, el cual planteaba desafíos particulares debido a su topografía y cercanía al río. “De modo a aprovechar al máximo las vistas panorámicas y el entorno natural, se consideraron las variaciones del río y el desnivel hacia el agua. También la naturaleza desempeñó un papel importante”, refiere.

Ezequiel apostó por integrar a la naturaleza con una comunidad de hábitos sustentables, priorizando el cuidado de la vegetación e incorporando elementos naturales, desde un árbol en el hall de acceso hasta un parque central que articula diferentes programas. “Para lograr un diseño contemporáneo, se utilizaron materiales industriales como el hierro y se trabajó estratégicamente en la ubicación de cada edificio, de modo a ofrecer las mejores visuales y una conexión íntima con el paisaje de la ciudad capitalina”, detalla.

Además, explica que la estética del entorno, con su paisaje rural y natural, se refleja en los espacios al aire libre y en las galerías, las cuales promueven una conexión directa con los espacios verdes. Por tanto, este proyecto aspira a convertirse en un espacio natural excepcional para el disfrute de quienes buscan una vida más relajada con todas las comodidades necesarias dentro de la tradicional urbanización Surubi’i.

Un explorador de la arquitectura

Como arquitecto, Ezequiel persigue la armonía entre la obra y su entorno, resultado de su pasión temprana por el arte y la creatividad, y sus diversas experiencias profesionales. “Desde mi infancia, me fascinaba dibujar y explorar diferentes formas de expresión artística. A medida que fui creciendo, mi interés se orientó hacia la arquitectura debido a su capacidad única de combinar aspectos técnicos y artísticos para crear espacios funcionales y estéticamente atractivos”, expresa.

A través de sus diseños arquitectónicos y paisajísticos, de interiores y construcción de proyectos, tanto en su Argentina natal, como también en Uruguay, Estados Unidos, Europa, y Paraguay, Ezequiel busca influir positivamente en las vidas de las personas que habitan esos espacios. “El equilibrio entre la creatividad y la funcionalidad ha sido un aspecto crucial en mi trabajo, ya que cada diseño debe ser estéticamente atractivo, y a su vez, satisfacer las necesidades prácticas de las personas”, concluye.